M. Ángel Rodriguez Prieto Dermatólogo 30/07/2015
Hay dos enfermedades, en mi opinión relacionadas, que afectan enormemente la calidad de vida de las personas que las sufren: la hidrosadenitis supurativa (HA) y las fistulas anales o ano-vaginales (F).
Son enfermedades sin tratamiento eficaz y que afectan alrededor del 1% de la población. Clínicamente se manifiesta por la supuración constante de nódulos, abscesos y/o fístulas, que se localizan generalmente en grandes pliegues axilas, ingles, anogenital, submamario, etc). Solo quienes lo padecen saben lo que se sufre y las limitaciones que ocasionan. Se han utilizado muchos tratamientos: antibióticos, inmunosupresores, cirugía, etc., con pobres resultados.
El mejor de todos, la cirugía, tiene tasas de recaídas de más del 50%, además de las secuelas mutilantes de la misma. Recientemente se aprobará un fármaco biológico, de muy alto coste, el Adalimumab. Una inyección semanal, de por vida. Consigue mejoría (no curación) del numero de abscesos y nódulos (no de fístulas) en torno al 58% de los pacientes, con recaídas del 43-71%. He descrito una técnica para tratamiento de HA y F, que consiste en infiltrar una sustancia sensibilizante (ALA).
Posteriormente, a través de una fibra óptica, se introduce una luz láser que destruirá solamente las células patológicas, permitiendo la curación de la enfermedad. Es de bajo costo y se realiza generalmente con anestesia local. Los resultados actuales son los siguientes: HA: 57% curación completa, 16% respuesta buena, 20% respuesta parcial y un 7% no tuvo respuesta. F: 66% de curaciones con un solo tratamiento. Todos los pacientes pueden ser nuevamente tratados hasta conseguir la curación, ya que es una técnica carente de complicaciones y con una buena tolerancia.
Seguimos investigando en el tratamiento de otras enfermedades con resultados esperanzadores que permitan a los pacientes llevar una mejor calidad de vida.
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